Philosophia 24/7


jueves, 18 de diciembre de 2008

El encanto de las palabras



La mirada del eterno pensador,
las hojas que caen, como ojeras al alba.
Recuerdo tiempos de largas melenas como noches en vela,
de lúgubres pasillos a oscuras bañados por la ténue luz
de barrocos candelabros y frias habitaciones donde metaforizar palabras.

Como una historia de amor secreto, seducido por una rúbrica,
haciendo el amor bajo la luz de la oscuridad, que al misterio claudíca.
Fusionándo nuestros etéreos pensamientos, fusilados por el tiempo,
excitados en deseo de alcanzar un orgásmo lírico,
lleno de un cítrico sabor dulce en lábios libertinos,
tan sutíles,
como el suave vibrar de un corazón enamorado bajo el pecho de un amante amado.

Cruel inocencia, que libra de conciencia el inminente agravio
del agrio descontento en un futuro no distante,
y el desconsuelo del amor, que por falta de intenciones,
solo queda en un intento
de significar lo que ya no significan las palabras,
que perdieron el significado en bocas de corazones muertos.


y así la perdí a ella, y así las perdí a ellas.






[12] Si la vida es una enfermedad, el amor un analgésico.